¿Por qué crepitan, crujen, rechinan o truenan mis articulaciones?

Comprender a tu cuerpo para moverte mejor y sin miedo


«Mi rodilla truena al subir escaleras», «mi hombro cruje cuando entreno», «siento un clic en la cadera cada vez que corro»…
Estas frases son muy comunes en consulta y entrenamiento. Y aunque pueden sonar preocupantes, no siempre indican una lesión. Pero tampoco deben ignorarse.

Los sonidos articulares, conocidos como crepitaciones, pueden tener múltiples causas. Algunas son totalmente benignas y otras requieren atención especializada. Lo importante es no dejarse llevar por el miedo, sino entender lo que el cuerpo está comunicando.


🧠 ¿Qué son exactamente esos «truenos»?

Los sonidos articulares pueden clasificarse como:

  • Crepitación: sonido arenoso o como papel arrugado (común en rodillas).
  • Chasquido o clic: ruido seco, que aparece con el movimiento de una articulación.
  • Crujido: sonido más fuerte, que puede sentirse o incluso escucharse desde lejos.

Según la American Academy of Orthopaedic Surgeons (2024) y la Cleveland Clinic, estos sonidos suelen deberse a:

🔹 Liberación de gases en el líquido sinovial (lo que ocurre al «tronarse los dedos»)
🔹 Tendones o ligamentos deslizándose sobre huesos
🔹 Cambios degenerativos en el cartílago (como en artrosis)
🔹 Movimientos compensatorios por debilidad muscular o mala técnica

🔗 Referencias:


⚠️ ¿Cuándo preocuparse?

No todos los ruidos son señal de lesión. Pero hay señales de alerta:

NO alarmante si…

  • No hay dolor al movimiento
  • No hay inflamación o limitación funcional
  • El sonido es esporádico o solo en ciertos movimientos

🚨 Consulta profesional si…

  • Hay dolor constante o punzante
  • Se inflama la articulación
  • Hay pérdida de fuerza, movilidad o estabilidad
  • Los sonidos aumentan con el tiempo o limitan tu entrenamiento

En estos casos, un diagnóstico con fisioterapia y/o ortopedia es fundamental para evitar un desgaste prematuro o una lesión mal atendida.


🤲 ¿Por qué sucede más cuando empiezo a entrenar?

Cuando el cuerpo no está habituado al ejercicio o cuando el entrenamiento es desbalanceado, las articulaciones y estructuras musculares comienzan a adaptarse.
Esto puede generar chasquidos o sensaciones nuevas. Por eso, en entrenamientos estructurados como el circuito CX4, trabajamos el cuerpo de forma integral y progresiva, respetando los tiempos de adaptación de tus tejidos.

No se trata de hacer más… se trata de hacer mejor.


🛠️ Recomendaciones para cuidar tus articulaciones

1. Calienta de forma inteligente

Dedica al menos 10 minutos a movilidad activa, activación muscular y lubricación articular antes de entrenar. Un cuerpo frío es más propenso a sonar, lesionarse y compensar.

2. Fortalece sin desbalancear

Muchas crepitaciones vienen por desequilibrios musculares. El circuito funcional, cuando está bien diseñado como en CX4, busca trabajar simetría, control y estabilidad en todas las direcciones.

3. No descuides la movilidad

La rigidez articular también puede causar chasquidos. Usa estiramientos dinámicos, foam roller y sesiones guiadas de movilidad funcional para mantener tus tejidos saludables.

4. Escucha tu cuerpo (y actúa)

Si el sonido viene acompañado de dolor, fatiga excesiva o inflamación, detén la actividad y consulta con un fisioterapeuta. Prevenir una lesión es más fácil (y barato) que recuperarla.


💬 El cuerpo te habla… ¿estás escuchando?

En CX4 no creemos en el entrenamiento genérico. Creemos en la ciencia aplicada a tu movimiento.
Por eso nuestro circuito de 4 estaciones (box, fuerza, cycling y curva) está diseñado con expertos en entrenamiento funcional, fisioterapia y nutrición, para que el cuerpo trabaje como una sinfonía, no como una máquina forzada.

No tienes que vivir con miedo a que «algo truene». Tienes que aprender por qué truena y qué hacer al respecto.


🎯 Entrena para durar, no solo para sudar

Muchos usuarios llegan a nuestro estudio preguntando si su rodilla podrá resistir el circuito, si su cadera aguantará los saltos, si su espalda se quejará en la zona de fuerza.
Y la respuesta siempre es la misma:

“Depende… de cómo entrenes, de cómo te cuidemos, y de qué tan dispuesto estés a entender tu cuerpo.”

Porque un entrenamiento funcional de verdad no ignora tus sonidos… los interpreta.


🗣️ Mensaje final

Tus articulaciones hablan.
A veces susurran. A veces gritan. Otras, solo crujen.
Pero siempre comunican algo.

No es normal vivir con dolor. Tampoco es necesario temerle al movimiento.
Lo que sí es urgente, es dejar de ignorar las señales y comenzar a entrenar con conciencia, con guía y con propósito.

En CX4 te ayudamos a moverte mejor, durar más y sonar menos.
Porque entrenar bien… también suena bien.

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